Las ETS (Enfermedades de Transmisión sexual)
La salud sexual es un tema fundamental que muchas veces pasa desapercibido, pero su conocimiento es clave para la prevención de enfermedades. En esta entrada, hablaremos sobre dos infecciones que, aunque diferentes, comparten la característica de ser transmitidas a través del contacto sexual y cutáneo: la clamidia y el molusco contagioso (Molluscum contagiosum). Ambas condiciones suelen ser subestimadas, pero pueden afectar a una parte considerable de la población, y su adecuada comprensión es esencial para su detección temprana y tratamiento efectivo. Explicaremos qué son, cómo se transmiten, sus síntomas y las mejores formas de prevenirlas.
Clamidia
La clamidia es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Es una de las ITS más comunes, especialmente entre personas jóvenes y sexualmente activas. La clamidia puede afectar diferentes partes del cuerpo, como los genitales, el recto y la garganta, dependiendo de la vía de transmisión.
Transmisión
La clamidia se transmite principalmente a través de relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección con una persona infectada. No siempre presenta síntomas, lo que facilita su propagación sin que la persona sepa que está infectada. También es importante mencionar que una madre puede transmitir clamidia a su bebé durante el parto, lo que puede causar complicaciones como infecciones oculares o neumonía en el recién nacido.
Síntomas
La clamidia es conocida como una infección "silenciosa" porque muchas veces las personas no presentan síntomas, lo que puede llevar a complicaciones si no se trata. En aquellos que experimentan síntomas, estos pueden incluir:
En mujeres:
Flujo vaginal anormal
Dolor al orinar
Sangrado entre periodos menstruales o después del sexo
Dolor en la parte baja del abdomen
Dolor durante las relaciones sexuales
En hombres:
Secreción del pene
Dolor o ardor al orinar
Dolor e inflamación en los testículos (menos comunes)
Complicaciones
Si no se trata, la clamidia puede provocar graves complicaciones. En mujeres, puede generar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que a su vez puede causar infertilidad o embarazos ectópicos (fuera del útero). En hombres, aunque menos común, puede causar epididimitis (inflamación en los conductos que transportan el semen), lo que también puede afectar la fertilidad.
Tratamiento
El tratamiento de la clamidia es sencillo con antibióticos. Los más comunes son la azitromicina en dosis única o la doxiciclina por varios días. Es crucial que la persona infectada y sus parejas sexuales reciban tratamiento para evitar la reinfección. Durante el tratamiento, es importante abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que la infección esté completamente curada.
Prevención
El uso adecuado de preservativos durante las relaciones sexuales reduce significativamente el riesgo de transmisión de clamidia. Las pruebas periódicas también son esenciales, especialmente si tienes múltiples parejas sexuales o una nueva pareja.
Molusco contagioso
El molusco contagioso es una infección cutánea causada por el virus del molusco contagioso, perteneciente a la familia de los poxvirus. Se caracteriza por la aparición de pequeñas lesiones en la piel que son elevadas, de color carne o blanquecinas, y suelen tener un centro umbilicado (una pequeña hendidura en el centro).
Transmisión
El molusco contagioso se transmite a través del contacto directo con la piel de una persona infectada o al tocar objetos contaminados (como toallas, ropa o superficies). Aunque no siempre se considera una infección de transmisión sexual, puede propagarse durante el contacto sexual si las lesiones están presentes en la zona genital o cercana. El virus es más común en niños pequeños, personas con sistemas inmunológicos debilitados y adultos sexualmente activos.
Síntomas
El molusco contagioso se manifiesta principalmente como lesiones en la piel que:
Son pequeñas y redondeadas.
Tienen un color similar al de la piel o pueden ser ligeramente rosados.
Suelen tener una pequeña depresión o hendidura en el centro.
Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque en adultos es común verlas en los genitales, muslos y abdomen si se han transmitido durante el contacto sexual.
En general, las lesiones no suelen causar dolor, aunque algunas personas pueden experimentar picazón o irritación en la zona afectada.
Complicaciones
En personas sanas, el molusco contagioso suele ser autolimitado, es decir, desaparece por sí solo en un período de 6 a 12 meses. Sin embargo, en personas con sistemas inmunológicos comprometidos (como aquellas con VIH/SIDA), las lesiones pueden ser más extensas y difíciles de tratar.
Tratamiento
Aunque el molusco contagioso tiende a resolverse por sí solo, hay opciones de tratamiento para acelerar la desaparición de las lesiones, especialmente si estas son molestas o están en áreas visibles. Los tratamientos incluyen:
Crioterapia : Congelación de las lesiones con nitrógeno líquido.
Curetaje : Remoción física de las lesiones utilizando una herramienta especial.
Cremas o lociones tópicas : Como agentes antivirales o inmunomoduladores.
Es fundamental evitar rascarse las lesiones para prevenir la propagación del virus a otras áreas del cuerpo u otras personas.
Prevención
Para prevenir el molusco contagioso, es recomendable evitar el contacto con las lesiones de una persona infectada y no compartir objetos personales como toallas o ropa. En el caso de transmisión sexual, el uso de preservativos puede ayudar a reducir el riesgo, aunque no es completamente efectivo si las lesiones están presentes en áreas no cubiertas por el condón.
Conclusión
Tanto la clamidia como el molusco contagioso son infecciones que pueden afectar a cualquier persona, pero con el conocimiento adecuado, es posible prevenirlas y tratarlas a tiempo. Mantener prácticas sexuales seguras, realizar pruebas periódicas y buscar atención médica ante la presencia de cualquier síntoma son pasos esenciales para preservar la salud sexual y prevenir complicaciones a largo plazo.
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